Era el 17 de enero de 2015 cuando desde En Comú Podem no dudaron en pedir a los partidos que gobernaron en el año 2006 que pidieran perdón a las víctimas de ‘Ciutat Morta’, entre los que se encontraban Rodrigo Lanza, el antisistema que dejó tetrapléjico a un agente de la Guardia Urbana de Barcelona.
La formación de Ada Colau y Xavier Domènech no dudaron en defender al okupa y antisistema después de que pasara cinco años en la cárcel de los nueve a los que fue condenado por dejar en estado vegetal a un agente catalán al propinarle una pedrada en la frente.
Pero además, Jaume Asens, hoy teniente alcalde de Barcelona, fue su abogado, y en todo momento apostó por la inocencia del que hoy es conocido por ser el responsable de la muerte de Víctor Laínez.
Para los grupos antifascistas y las formaciones de extrema izqierda, Rodrigo Lanza era todo un modelo a seguir. Ofrecía charlas y conferencias sobre el movimiento okupa y sobre la represión del Estado hacia su forma de pensar, mientras que desde Podemos se le daba toda la cobertura posible.