Ada Colau, con los 21 votos que necesitaba, ha revalidado este sábado la alcaldía de Barcelona tras haber alcanzado un acuerdo con el gobierno con el PSC y con tres votos de la candidatura de Manuel Valls, que se presentó con el apoyo de Ciudadanos. Ambos partidos apoyaron a la podemita con el fin de evitar que el separatismo tuviera el control del Ayuntamiento de Barcelona.
La podemita será la primera alcaldesa que gobierne el Ayuntamiento de Barcelona sin ser la lista más votada.
Ada Colau ha permitido que la inseguridad se dispare en Barcelona, sobre todo en Ciutat Vella, donde los okupas, los menas y los traficantes han provocado grandes estragos entre los vecinos.
La podemita juró el cargo por «imperativo legal» y para «servir a todos y cada uno de los ciudadanos y ciudadanas de Barcelona».
Protestas de los separatistas
Mientras Ada Colau era reelegida alcaldesa de Barcelona, en la plaza de Sant Jaume, cientos de separatistas se manifestaron para apoyar a la candidatura separatista.
Además, como viene siendo habitual, los separatistas reclamaron la libertad de los golpistas encarcelados.
Antes de que se realizara el pleno, desde ERC afirmaban sentirse esperanzados de que se impusiera «la lógica» y que finalmente Maragall fuese elegido alcalde. Finalmente no ha sido así, lo que ha provocado que desde ERC decidan «abrir un periodo de desconfianza» hacia los comunes.