Tal como adelantaba esta mañana OkDiario, la hispanofobia que se respira entre los golpistas y quienes les defienden está llevando la política a extremos cada vez mayores. El deporte siempre se ha caracterizado por vivir al margen de las cuestiones electorales, no obstante, en el Futbol Club Barcelona hace tiempo que cruzaron la línea entre lo deportivo y lo político.
Es palpable el caso de «La Masía«. El lugar donde niños como Messi o Iniesta empezaron a destacar como futbolistas jugando en las categorías inferiores del Barcelona. Allí, desde hace un tiempo se habla catalán. Esto impide que muchos jóvenes de toda España consigan integrarse, ya que el castellano en La Masía es una lengua prohibida, y quienes no dominan el catalán tienen muy complicado comunicarse con el resto de quienes residen allí. Eso no deja otro remedio a sus padres que tomar la decisión de que se vayan a otro lugar a continuar su carrera deportiva.
La solución del equipo es dar clases de catalán a quienes no lo dominan. Quizá sería más útil que los muchachos aprendieran lenguas más internacionales como el francés o el inglés, pero la utilidad no es lo que busca el Barcelona. Es un arma de doble filo que parece indicar que al equipo catalán no le interesa nada de lo español, y quizá sea la razón principal por la que sus categorías inferiores están vaciándose de jugadores de fuera de Cataluña.
No sería de extrañar que en unos pocos años no quede allí ningún jugador nacido fuera de las tres provincias catalanas. En primer lugar porque parece haber interés en el equipo para que eso suceda, y en segundo, porque quienes tienen que jugar allí empiezan a estar ya cansados de que se politice el deporte en beneficio de unos pocos perjudicando a la mayoría.