Teresa Cunillera, delegada del Gobierno en la Comunidad Autónoma de Cataluña, ha contactado con la Consejería de Cultura de la Generalitat para solicitar que se impartan clases de catalán a los agentes de la Guardia Civil destinados allí. La propuesta enviada por el Gobierno Central consiste en firmar un convenio con el Gobierno autonómico para que sea el Consorcio para la Normalización Lingüística sea el organismo encargado de impartir las clases.
El objetivo, según palabras del Ejecutivo, es «mejorar el conocimiento de la lengua y la cultura catalana de los guardias civiles, así como mejorar la relación del cuerpo de seguridad estatal con la ciudadanía». Pedro Sánchez intenta hacer otro guiño más a los golpistas, en vísperas de la votación de los Presupuestos.
Sin embargo el Gobierno autonómico no ha tomado la petición del Gobierno con el buen grado que éstos esperaban, y aunque afirma que tomará en cuenta a petición y la aprecian, siguen en desacuerdo con las decisiones del Presidente Sánchez respecto a Cataluña. Para la Consejera de Cultura catalana, es sorprendente el interés del Gobierno Central de pedir esto «de repente», después de que no haya «ofrecido ningún tipo de explicación pública» sobre lo ocurrido el 16 de enero.
Sin duda es una medida polémica, dado que el castellano es estudiado en toda España y promulgado por la Constitución. Ningún funcionario estatal está obligado a aprender un idioma autonómico durante las oposiciones, porque el castellano es entendido y comprendido en todo el territorio. Y además resulta curioso que esta medida que Pedro Sánchez promueve no se vea igual de necesaria en el País Vasco, Galicia, Valencia o Baleares, donde también se hablan lenguas autonómicas.