Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, ha dado luz verde a que este martes se retire la sirga tridimensional, también conocida como la tercera falla fronteriza de Melilla.
Se trata del entramado de cables de acero situado en la zona intermedia del perímetro que fue colocada en 2006 y que tenía como objetivo evitar los saltos masivos por parte de los inmigrantes subsaharianos.
Ahora, el Gobierno de Pedro Sánchez las ha retirado para hacer «una valla fronteriza más humana», modernizando las instalaciones con el fin de que los inmigrantes ilegales que traten de asaltar la valla fronteriza no sufran el daño que sufrirían con la sirga tridimensional.
Pese a las numerosas críticas recibidas por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, al considerar que era una mala idea y debilitaba la valla fronteriza, Fernando Grande-Marlaska defiende que esta modificación no supone ningún riesgo para la seguridad del territorio nacional: «No son conceptos absolutamente antagónicos, sino que deben estar íntimamente unido».
«Las fronteras, para ser seguras, no tienen que utilizar medios cruentos y menos en el siglo XXI, que es el siglo de las tecnologías y del avance», dijo.