En las últimas horas se ha hablado mucho de los ‘menores’ del Open Arms que desembarcaron en Lampedusa pese a la negativa de Matteo Salvini de que así fuera.
El ministro del Interior italiano ha insistido en que esos menores no lo son, algo que se ha confirmado, puesto que entre los inmigrantes ilegales que fueron desembarcados, hay jóvenes de 18, 19 y 20 años, confirmándose de muchos de ellos, de menores tienen más bien poco.
La mayoría son inmigrantes procedentes de países de Ghana, Nigeria, Eritrea y Etiopía y pese a que los progres tratan de hacer creer que llegan «desesperados, necesitados y hambrientos», muchos de ellos llegan con su teléfono móvil de última generación en la mano. Otros tienen un físico musculoso, confirmándose que su dieta no es tan escasa como la que nos intentan vender.
Pero lo más llamativo de los últimos ‘menores’ que desembarcaron del Open Arms, son sus prioridades. Muchos de ellos preguntaron dónde podían obtener señal de WiFi, pidiendo la contraseña para poder conectarse a Facebook e incluso Instagram.
Resulta complicado de entender que estas personas, que según Open Arms, están traumatizados, llegan necesitados, sin nada en las manos, tengan como prioridad meterse en las redes sociales. Quizá para presumir en ellas de haber llegado a Europa gracias a las mafias.
Por fin también en España se están despertando y se levanta la voz contra la migración ilegal,ojalá se den cuenta que las ONG solo se mueven por fines políticos y económicos,la solución a este problema está lejos de solucionarse abriendo los puertos y eliminando fronteras identidades y culturas.