El Gobierno de Pedro Sánchez ha optado por paralizar la producción y mandar a casa a millones de trabajadores que desde el lunes no podrán acudir a su centro de trabajo.
Pese a que en un primer momento el Gobierno socialcomunista se negaba a paralizar casi al completo la producción, finalmente, Sánchez ha cedido y ha anunciado que a partir del lunes hasta el 9 de abril, los trabajadores de empleos no esenciales no deberán salir de casa.
Fuentes de Moncloa han confirmado que Pedro Sánchez todavía no ha detallado qué empresas se verán afectadas por esta medida, pero lo que es evidente, es que el Gobierno obligará a cerrar la gran mayoría de industrias. Solamente seguirán activas las empresas relacionadas con la producción de alimentos y el sector primario, las textiles que fabriquen material para los profesionales de la salud o las médicas y farmacéuticas.
«El gobierno aprobará mañana en un Consejo de Ministros extraordinario que todos los trabajadores de actividades no esenciales deberán quedarse en casa en las próximas dos semanas. Se aprobará un permiso retribuido recuperable que se aplicará a todos los trabajadores de todos los sectores no esenciales para que los trabajadores no se desplacen desde el 30 al 9 de abril. Los trabajadores seguirán cobrando su salario y después se recuperarán las horas de manera paulatina», anunció Pedro Sánchez.