La caída libre de Podemos sigue sin frenos, y ahora es Ada Colau la que tiene en juego reeditar su posición como Alcaldesa de Barcelona, y conseguir mantener los resultados de las Generales de 2016. La reelección no será fácil. Los comunes se están desmembrando, y muchos de sus hasta ahora miembros, favorables a la independencia, están empezando a negociar con ERC para sumarse a sus filas de cara al nuevo ciclo electoral.
Elisenda Alamany, quien fuera portavoz de los comunes hasta octubre, -hay que recordar que fue sustituida tras unas duras declaraciones contra Colau- dio un cambio de rumbo creando el partido Sobiranistes. Ahora parece estar negociando con ERC para integrar el nuevo partido dentro de los republicanos. También Josep Nuet, que fue miembro del partido hasta la votación de la independencia -donde rompió la disciplina del partido-, ha negociado con ERC para las elecciones generales.
Con tantos frentes abiertos, Colau aún no tiene decidido quien encabezará su grupo el 28-A. Sin apenas gente de confianza dentro de sus filas, será uno de sus tenientes de alcalde el encargado de luchar por los votos para su grupo en el Congreso de los Diputados.
En 2016 los comunes lograron 12 escaños en el Congreso, y se colocaron como la primera fuerza política en Cataluña. Tres años más tarde, la situación parece mucho más complicada, y podrían no conseguir el mismo resultado, una vez vista la polaridad política del partido, donde ni siquiera entre sus propios miembros hay un claro consenso del rumbo político a llevar.