PSOE y Podemos han acordado la reforma de la normativa de la Violencia de Género en la Comunidad de Madrid incluyendo la «violencia obstétrica», un término promovido por el feminismo supremacista y que tiene como objetivo desprestigiar a los sanitarios.
Desde el feminismo más radical, algunos colectivos defienden que el parto es exclusivamente de la mujer, es decir, que no debe haber hombres de medio. «El parto es nuestro».
El feminismo critica que los hospitales ofrecen un trato deshumanizado «resultado de valorar a la mujer como un objeto portador, de una medicina androcéntrica y de un sistema sanitario que reproduce estructuras machistas. Es, por tanto, violencia de género».
Podemos y PSOE defienden esta idea que tienen las feministas y es por ello por lo que han acordado introducirla en la normativa de la Violencia de Género en la Comunidad de Madrid, una medida que será rechazada por Partido Popular y Ciudadanos, que ya han anunciado que votarán en contra.
Desde Ciudadanos han criticado duramente la voluntad de la izquierda de atacar al sistema sanitario: «Podemos se queda sin tiempo y pretende llevar a la Comisión el texto sin acuerdo de la ponencia y sin consenso por parte de los Grupos parlamentarios. Clara Serra, presidenta de la misma, paralizó la reforma durante 3 meses cuando fue nombrada portavoz parlamentaria de su partido. Podemos ha tirado por tierra el intento de reformar por consenso la Ley contra la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid».