No es la primera vez que los refugiados procedentes de Siria u otros países lamentan su decisión de haber elegido a España como destino de su nueva vida.
Hussam, que dejó Siria debido a la guerra, reconoce que esperaba una mejor vida en España.
Actualmente está en Barcelona, y pese a que afirma «que estaba ilusionado» ya que esperaba tener una buena vida en nuestro país, en declaraciones a El Periódico reconoce que no es así: «Aquí nos hemos encontrado con una sorpresa, en vez de venir a un centro humanitario hemos venido a una cárcel donde nos falta la libertad».
«Esperaba encontrar una vida digna y tranquila. Pero estaba mejor en Grecia. Me gustaría volver«, añade.
«En Atenas tenía un trabajo y un piso alquilado con unos compañeros», comenta.
Hussam, también destaca las malas condiciones del centro de acogida para personas refugiadas de la Barceloneta: «Hay hacinamiento, vulneración de los derechos humanos y retraso en la escolarización de los menores».
Recientemente varios estudios han confirmado que los ciudadanos europeos no están tan dispuestos a acoger a refugiados. Sobre todo tras conocerse que algunos de los atentados yihadistas fueron realizados por terroristas que se hicieron pasar por refugiados para entrar en la Unión Europea.