Matteo Salvini ha conquistado prácticamente toda Italia. El ministro del Interior italiano logró llevarse las elecciones europeas hasta en la localidad de Riace, considerada como símbolo de las políticas en favor de la inmigración.
Fue en 2017 cuando dicha localidad italiana llegó a acoger a 600 inmigrantes. Su alcalde, Mimmo Lucano, inició una serie de políticas en defensa de la inmigración ilegal, una decisión que le salió cara, puesto que la Justicia italiana le acusó de favorecer el tráfico ilegal de personas.
El propio Matteo Salvini celebró que Riace, además de Lampedusa, otro de los pueblos proinmigración, le hayan elegido: «Los dos ayuntamientos que la izquierda ha elegido como símbolo del antisalvinismo y del antiliguismo, Riace y Lampedusa, ven a la Liga como primer partido. La solicitud de una inmigración regular no es un capricho mío sino la voluntad de los italianos«.
En Riace, Matteo Salvini logró un 30,75% de los votos, confirmándose que los propios vecinos del pueblo se han hartado de las políticas proinmigración.
El propio Matteo Salvini aseguraba este fin de semana que tras las elecciones europeas, «Europa había renacido», dejando claro que «volverá a ser de los europeos».
Es evidente que los italianos ya no toleran la llegada de inmigrantes ilegales. Por eso confían en Salvini.