Desde este martes 29 de febrero de 2019 entra en vigor la modificación del artículo 48 del Reglamento General de Circulación, por lo que a partir de ahora, el límite de velocidad en carreteras convencionales se reduce hasta los 90 km/h.
Para cambiar todas las señales de tráfico, 2.719 se ha gastado un total de 526.000€, así lo asegura este martes el diario ABC. Según informa el diario, el coste de cada señal nueva puede ir desde los 90 euros hasta los 300€.
Una vez más, el Gobierno de Pedro Sánchez ha demostrado que su único objetivo es el de vaciar los bolsillos de los ciudadanos españoles con medidas cien por cien recaudatorias.
Pese a que desde el Gobierno afirman que el principal objetivo de la medida es reducir la siniestralidad vial, bajando de 37 la tasa de fallecidos en accidente de tráfico por millón de habitantes, son pocos los españoles que la clave esté en reducir la velocidad en diez kilómetros por hora.
Durante el último mes, se han ido cambiando todas las señales de las vías afectadas por la reducción de velocidad aprobado por el Gobierno de Pedro Sánchez, imitando así a las limitaciones de velocidad que se aplican en otros países de la Unión Europea.