Las autoridades de Sri Lanka han tomado una decisión que no ha gustado a los musulmanes: desde esta semana el velo islámico está totalmente prohibido en espacios públicos. Esta decisión se ha tomado tras los terribles atentados yihadistas que dejaron un total de 253 muertos.
Las autoridades esrilanquesas tienen claro que esta decisión hará aumentar la seguridad pública y permitirá que las fuerzas de seguridad identifiquen a los sospechosos: «Es una orden presidencial prohibir cualquier vestimenta que cubra la cara con efecto inmediato», explicó un portavoz del presidente Maithripala Sirisena.
Con esta decisión, Sri Lanka no permitirá que las mujeres lleven esta prenda islámica por la calle, al considerarla una prenda que puede ser usada por los propios terroristas para ocultarse y evitar ser descubiertos por las autoridades.
Desde Human Right Watch se ha condenado esta medida: «Esa innecesaria decisión significa que las mujeres musulmanas cuya práctica religiosa les lleva a cubrirse ahora no podrán salir de su casa», dijo su director Kenneth Roth.
La investigación sobre la red islamista que protagonizó los ataques sigue su curso. De momento no descartan que haya nuevos ataques: «Podría haber una nueva ola de ataques».