Quim Torra ha iniciado una purga en Lledoners que ayude a que los golpistas presos en la cárcel catalana se sientan como en casa. Lo primero que ha hizo hace unos días fue comenzar a vaciar de presos el centro penitenciario, con algunos traslados, e incluso alguna puesta en libertad. En total, más de 60 presos han salido de allí en pocos días. Algo totalmente fuera de lo común.
El objetivo es hacer sitio a los golpistas y que no se sientan tan agobiados dentro de Lledoners. Pero ahí no ha terminado. Su siguiente paso ha sido cesar a la directora -que hace tiempo ya denunció las presiones a las que era sometida debido a los golpistas-. Ahora contará con una más afín a los intereses de Torra, Susana Gracia. Hasta ahora se encargaba de coordinar programas de rehabilitación en la prisión.
La sustitución se llevará a cabo en sólo nueve días. También se llevará a cabo una reestructuración profunda de varias prisiones catalanas donde irán a parar otros de los golpistas. Torra tiene transferidas las competencias sobre centros penitenciarios y piensa sacar toda la ventaja posible de la situación.
Hay que recordar que aunque en Lledoners es donde se encontraban la mayoría de detenidos por el procés, las mujeres se encontraban en su mayoría en Catllar, y Carmen Forcadell se encontraba en el centro penitenciario de Puig de les Basses, en Figueras. De este modo Quim Torra no deja puntada sin hilo y se asegura que se trate a todos los presos según sus designios. Ya ha demostrado que no le tiembla la mano a la hora de dar tijeretazo a un trabajador, y eso seguramente sirva de ejemplo a los directores de los otros centros.