Como hemos informado este sábado, el intento de desmentido del «efecto llamada» de La Sexta, en su programa ‘Al Rojo Vivo’, no ha pasado desapercibido en las redes sociales.
El programa dirigido por Antonio Ferreras, trató de asegurar que el «efecto llamada» es una falsedad que VOX usa para obtener votos. Pero lo más sorprendente de esa afirmación, no es que venga de La Sexta, sino que, usaron unos datos que desmontaban su propia afirmación.
La periodista Lorena Baeza, de Newtral, esa empresa ‘fact-cheking’ que intenta desmentir cualquier información que no beneficie a la izquierda, trató de vender a los espectadores que el «efecto llamada» es inexistente, mientras al mismo tiempo, se aprecian los datos que confirman el efecto llamada que la izquierda sigue tratando de negar.
Ante este garrafal error de La Sexta, VOX no ha dudado en reírse del canal de la izquierda: «El becario que os hace los gráficos ha debido pasar mucha vergüenza».
De momento desde el programa ‘Al Rojo Vivo’ no han explicado el motivo de que hayan asegurado que no existente «efecto llamada» pese a que los datos confirman un aumento de la llegada de inmigrantes ilegales a las costas españolas. Seguramente no lo harán.
Los paises emisores de inmigrantes ilegales están en un acuerdo con los gobiernos de izquierda,si les sueltan millones de euros cumplen,sí no están contentos no cumplen,y eso pasa por las políticas de izquierdas.Pues nada,a darles más millones de euros, y nuestras Fuerzas de Seguridad sin recursos.Haber donde llegamos.
El problema es que estos progres dicen ser los buenos. Claro acoger emigrantes y luego dejarlos en la calle. Que hacen sobrevivir delinquiendo. No van a sus barrios rico. Pedralbes, sarria,salamanca, van a los barrios desatendidos por donde vivimos los normales españoles a robar . Ellos viven en barrios de lujo superprotegidos. Y no viven la realidad..que los acojan en sus casas de lujo.
Esto es una invasión. La negrada nos va a comer al pil pil. Quien no lo vea es cretino o pellizca cristales.
A ver, la formación de los votantes de izquierda es lamentable. Su nivel crítico, la nada entre dos platos; de modo que da igual lo que represente el gráfico porque son devotos fieles de la nueva religión política.
Vaya, que los que creen no necesitan pruebas y para los que no creen ninguna prueba vale.